martes, 24 de abril de 2012

Fracasos.

Me niego a callar la voz de la indignación que me genera la falsedad. Es increíble como para poder lograr ciertos objetivos uno tiene que falsear en algún momento de la vida. No hay forma en que este sistema no utilize a la falsedad como medio de tranporte al éxito. Si le caés bien al mandamás, al jefe, a la suegra, o a quien sea, lo lográs, pero para ello, debés ser falso en ciertas cosas. Desde acá, mi repudio a tal acto de bajeza. No voy a ser lo que usted quiera, jamás. Mientras en este mundo, para triunfar, se deba falsear, seguiré fracasando.

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